Villeroy & Boch – Los valores de una gran marca: tradición, innovación y sostenibilidad

Me gustaría que este post fuera algo especial. No sólo especial porque se salga de lo habitual para hablaros de un producto. Especial porque me gustaría de verdad, poder transmitiros los valores y la belleza de una marca que ha causado gran impacto en mí.

Como muchos pudisteis ver en Twitter e Instagram, la semana pasada estuve en Alemania con otros 5 bloggers (@etxekodeco, @miren_defdeco, @nachovinauena, @transitoinicial y @vintageandchic) visitando el cuartel general de Villeroy & Boch, en Mettlach (#VilleroyBochTrip).

Tengo que decir, que cuando recibí la invitación no les costó mucho convencerme, primero porque se trataba de una gran marca que me apetecía conocer a fondo y segundo porque Alemania y sus gentes siempre merecen una visita, os lo recomiendo.

Después de un intenso día de viaje desde Málaga y de conocernos por fin todos en persona en el aeropuerto de Frankfurt, llegamos a Mettlach, una pequeña localidad en el suroeste alemán, muy cerquita de Francia y Luxemburgo. Allí nos esperaban para la cena en el Schloss Saareck, un edificio espectacular en un entorno idílico, propiedad de la familia Villeroy-Boch desde 1902, que en la actualidad acomoda a clientes, socios y trabajadores de la empresa. Como os podéis imaginar, todo el menaje de mesa, productos de baño y azulejos en el Scholss Saareck eran Villeroy & Boch, un sitio singular donde se refleja especialmente la empresa, ya que se mezclan rincones de tradición e historia, cientos de objetos bellos de porcelana e innovación y modernidad en instalaciones sanitarias.

La agenda del miércoles estuvo llena de visitas empezando por la planta de producción y logística de menaje de mesa y después la planta de productos de baño y wellness. Si os interesa cómo se hacen las cosas, os encantaría una visita como esta. Ver el alucinante mundo de la ingeniería y la robótica creando objetos habituales es siempre interesante, lo más sorprendente quizás, es descubrir que entre las automatizadas líneas de producción existen procesos hechos a mano (decoración de algunas piezas de menaje de mesa o inserción del logo en lavabos y sanitarios), las cifras en términos de producción y de cómo Villeroy-Boch apuesta por una producción y un producto sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

Esta es una de mis debilidades. Porque hay marcas y marcas, las que todo vale para vender y las que no, esas que van más allá, que apuestan por unos valores y unos principios y cuyo objetivo es además de vender, crear un mundo mejor. Villeroy & Boch es una de estas últimas, no en vano lleva 265 años en pie, sobreviviendo a guerras mundiales, crisis financieras y la modernidad de los tiempos. La compañía sigue a día de hoy en gran parte en manos de la familia fundadora Villeroy-Boch (la 8ª generación) y mantiene su sede en la pequeña población alemana de Mettlach, cosa muy poco habitual en nuestros tiempos en el mercado mundial de empresas de este calibre y esta expansión internacional (Villeroy & Boch está representada en 125 países). A mi me gustan estas empresas y saber todo esto cuando compro sus productos es para mi de gran valor, porque se que lo que estoy comprando además de bello y útil, ha repercutido positivamente en la vida de muchas personas y del medio ambiente.

Tras las visitas a las fábricas, donde como os digo nos quedamos embobados ante la magnitud de las cifras, de la modernidad y de descubrir que muchas cosas se hacían a mano, nos trasladamos a las oficinas centrales. Están situadas en una antigua abadía benedictina, que también alberga varias exposiciones como Keravision, que presenta 250 años de la empresa, el mundo del menaje en la mesa, el museo de cerámica, el centro wellness lounge, un espectacular showroom con todas las novedades en baño y spa, etc. etc.

Recorrimos todas las exposiciones que nos dio tiempo, tuvimos incluso la oportunidad de participar en una presentación de diseño y desarrollo de producto, donde conocimos como surgió la idea del ‘Octagon un nuevo lavabo de alta gama sobre columna exenta, que es una auténtica obra maestra de precisión y artesanía’.

Ni que decir tiene que la hospitalidad con la que nos recibieron en cada punto del recorrido estuvo a la altura de la empresa. En cada lugar destacado nos esperaba uno o varios representantes, altos ejecutivos de Villeroy & Boch dispuestos a contestar todas nuestras preguntas y transmitirnos sus conocimientos, este es, probablemente, uno de los puntos álgidos de la visita, ‘la familia Villeroy & Boch’ (7.400 trabajadores en todo el mundo) que tan bien nos atendió y que indudablemente se refleja en sus productos.

Terminamos el día en Mettalch con una visita al outlet y de nuevo cena en el Schloss Saareck con Florian Bausch (Product-Development & Product-Management) y Katrin May (Global PR Manager Bath and Wellness).

Al día siguiente terminó la experiencia #VilleroyBochTrip aunque en mi caso no fue el final, sino el comienzo de una bonita amistad (parafraseando la popular cita cinematrográfica) y es que allá donde vaya me gustaría poder transmitir los principios y valores de la marca. Muchas gracias Villeroy & Boch por la invitación y por permitirme conoceros (especialmente a Miren y a Anna!).

Os invito a todos vosotros, lectores, amantes de las cosas bonitas, que descubráis la extensa colección de productos Villeroy & Boch, desde las colecciones antiguas de menaje que todavía siguen produciéndose, a las más modernas, sin olvidaros de todos los espectaculares productos de baño y wellness, cocina, revestimientos y baldosas. Para más información visitad por favor http://www.villeroy-boch.es/

Fotos propiedad de delikatissen y Villeroy & Boch