Las estanterías son prácticas, en ellas cabe de todo, libros, tecnología, cerámica, iluminación, recuerdos de viajes, ropa… cerradas dejan protegidos nuestros objetos del polvo y la luz y abiertas nos sirven para exponerlos y disfrutarlos cada día.
Imaginad con todas esas posibilidades si decidimos forrar una pared de nuestro salón entera con una estantería, ahí nos cabría todo, tendríamos sitio para enseñar nuestros tesoros y recuerdos más preciados y en un par de módulos cerrados guardaríamos lo que no usamos a menudo.
Me gusta la idea de este salón con esa gran estantería, se gana en amplitud en el resto de la habitación sacrificando relativamente poco espacio para el almacenaje. No me gusta tanto la idea de que sea una estantería de obra, no soy fan de lo ‘fijo’ prefiero piezas móviles que puedan tener otro espacio o utilidad cuando me haya cansado de ellas.
Por cierto, otro tema distinto, mirad qué preciosidad de suelo espigado de madera de roble y cómo hay un corte en el dibujo casi en el centro del salón. Parece que hubiesen sido dos habitaciones antes y el suelo sufriera un corte y en él se hizo una transición en lugar de cambiarlo por completo. Si, el dibujo y sentido de las tablas es distinto aunque no el tono de la madera, pero con ese suelo, yo tampoco lo habría cambiado por completo y habría buscado una solución similar ¿qué pensáis? ¡feliz jueves!
Vía: Alexander White
3 Comments
AIXŌ
14/04/2016 at 10:06Las estanterías a medida son una solución que me gusta mucho, apenas quitan espacio y a cambio dan un montón de almacenaje. Si algún día tengo una casa, pienso hacer una.
La solución del suelo me gusta mucho. En general, la casa me gusta mucho, menos las puertas de espejo en el armario, que no soy muy fan.
Marina
14/04/2016 at 10:05Me encanta.
Anónimo
14/04/2016 at 10:44Opino como Aixô, no me gustan las puertas del armario de la habitación con espejo, lo demás bueno bonito.