Alquilar una casa de verano es la forma más habitual de los nórdicos de pasar las vacaciones en sus países. Las casas de vacaciones junto al mar son las más demandadas.
Los nórdicos son conscientes de lo idílico que resulta una casita de madera junto al mar o al bosque y les encanta. Las casas de vacaciones más populares no tienen que ser especialmente nuevas, las más antiguas (cuidadas y en buen estado, vaya esto por delante), les encantan, con detalles y accesorios de otras épocas, madera envejecida con historia, textiles retro, etc.
Esta casa de vacaciones que vemos hoy entraría en el grupo de las antiguas y renovadas con mucho encanto. Se construyó a finales del siglo XIX, alucinante ¿verdad? y lo dicho, ha sido renovada a lo largo de su historia conservando siempre su charme la última vez en 1989.
De estas casas son característicos los panelados de madera tanto interiores como exteriores, del suelo al techo. Las zonas importantes de estas casas son el salón, cocina, comedor, los dormitorios suelen ser puramente prácticos, al fin y al cabo son casas de vacaciones y las habitaciones no se utilizan de la misma forma que en las viviendas habituales.
A los nórdicos les gusta disfrutar de estas viviendas tanto en invierno, como en verano, con buen o mal tiempo, son consideradas una vía de escape a la rutina, donde las cosas son más sencillas y van más despacio. ¿A que son una monería?
Vía: Skeppsholmen
1 Comment
AIXŌ
08/07/2016 at 10:17Pues sí, muy mona.
Necesito vacaciones!!!