Cuando llega el verano guardamos la ropa de abrigo en el armario y nos decantamos por los tejidos ligeros y naturales de colores claros, lo mismo podemos hacer en casa, buscar complementos de colores claros y texturas ligeras para refrescar el ambiente.
El aspecto visual de una habitación puede influir mucho en el estado de ánimo, por eso cuando tenemos calor y nos produce desasosiego, lo mejor es evitar colores y tejidos que hagan que esa sensación de agobio vaya a más.
Se me ocurre, por ejemplo, que eliminar mantas de sofá de lanas en colores oscuros y cojines de tejidos densos como lanas o terciopelo puede ser el primer paso.
En la cama, elegir tejidos naturales de algodón en blancos y tonos claros puede ayudar a conciliar mejor el sueño y estar más fresco, que si elegimos tejidos sintéticos de colores oscuros o intensos estampados. Haced la prueba y me decís, porque yo para el verano, algodón satinado para las sábanas y en blanco con muy poco estampado es mi opción predilecta y obligatoria, para no estar en una agonía cuando hace tanto calor.
Los muebles en madera natural de color claro y los accesorios e iluminación en bambú, yute o cáñamo dan un aire todavía más ligero a la decoración. Solo falta que la luz natural acompañe la estancia y si hay ventanales como los de este piso sueco de 64 m² y esa altura al techo, ya no digo más, la combinación perfecta. ¿Qué tal lleváis los primeros calores, habéis hecho cambios de accesorios en casa ya? ¡Feliz jueves!
Vía: Bjurfors
No Comments