Cuando un edificio oficial con mucha historia se convierte en hogar, transmite algo especial, casi místico. No os perdáis este museo convertido en hogar en Suecia.
Da gusto ver como alguna pieza de mobiliario original del museo se mezcla con la decoración moderna y actual, la mesa de centro junto al sofá blanco, por ejemplo, fue una mesa antigua de carnicero y encaja a la perfección en ese combo viejo – nuevo, tradicional – moderno que se ve en toda la vivienda.
La transformación del museo en vivienda no fue sencillo, cuentan sus dueños. El interior se modificó considerablemente, ya que no había ningún baño, entre muros aparecieron chimeneas escondidas, etc. Pero la demolición se hizo con cuidado de manera que algunos materiales volvieron a utilizarse de nuevo en la reforma, como las láminas de cartón Masonite, protagonistas de nuevo en muchos rincones.
Lo que más nos gusta de este decoración es la armonía en todas las estancias, los suelos de madera envejecida, los colores nórdicos, neutros, suaves y agradables, hay mucha inspiración de en cada habitación ¿no os parece? ¡Feliz martes!
Vía: Sköna hem, fotografía: Lina Östling, estilismo: Mari Strenghielm Nord Hemma
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Noe
30/10/2018 at 20:50Esta casa es un sueño, que delicadeza y paz.