Los textiles son parte protagonista de este encantador estudio de una habitación.
Es la vivienda perfecta para una persona que estudia o se traslada a una gran ciudad por su primer trabajo. Amplio, luminoso, gracias a los grandes ventanales, con estilo y mucha personalidad, la decoración de este estudio apuesta por los textiles blancos y crudos, con pocos contrastes en gris y la madera natural, una combinación suave y acogedora.
En la única habitación disponible, bastante espaciosa, la dueña ha instalado la zona de descanso, la más privada, con una cama y un sofá junto a la chimenea, un espacio perfecto para descansar y relajarse.
La cocina de estilo nórdico también es amplia, completamente equipada y con un lugar holgado para la mesa de comedor con un par de sillas.
La gama cromática se mantiene en todo el apartamento, una buena decisión cuando se trata de una vivienda tan pequeña de solo 37 m² ¿a que es una monada? ¡Feliz lunes!
Vía: Alvhem
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