El rústico no está solo reservado para las casas de campo, este apartamento en el centro de Gotemburgo tiene una cocina rústica en la que se mezclan todo tipo de acabados.
El punto de partida es un ático-dúplex antiguo de segunda mano. La edad se refleja en los suelos, la carpintería de ventanas y puertas, las vigas de madera del techo, los recovecos, etc. revestimientos y una forma de construir como se hacía años atrás.
Tomando el estilo y esa edad como punto de partida los dueños han mantenido la decoración de toda la vivienda con ese aire bohemio clásico y en el caso de la cocina le han dado un toque rústico combinando elementos antiguos y modernos.
Los revestimientos se mezclan con gran acierto, pared de ladrillo visto, papel de pared floral, panelado de madera pintado de blanco, lo mismo que el mobiliario, en el que se alternan muebles y electrodomésticos modernos, como es el caso de los de color gris claro y muebles antiguos y reciclados, como la alacena que era blanca y se ha lijado o la mesa que ha llevado el mismo tratamiento, enseñando el material noble del que estaba hecha.
No es nada fácil hacer esta mezcla y que el resultado sea óptimo, hay que tener visión y ser valiente, pero es la única forma de conseguir una decoración más personal y única, con carácter y mucho encanto. ¿Qué os parece esta cocina, a que es una monada? No os perdáis el resto del tour de la vivienda que merece la pena. ¡Feliz jueves!
Vía: Alvhem
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