Ligero de mobiliario, con una decoración sencilla, mucho blanco y muy acogedor, así es este pequeño apartamento de 70m² en Ibiza.
Dalt Vila es como se conoce a la parte alta del centro histórico de la ciudad de Ibiza, capital de la isla de Ibiza, la parte amurallada y más antigua de la ciudad.
Perderse entre la sombra de sus calles un día caluroso es maravilloso y tener la suerte de tener una vivienda aquí para disfrutar el verano, pues todavía más.
Cuando en verano vamos de vacaciones, nuestra maleta suele ser más ligera que en otras ocasiones y así debería ser la decoración de una segunda vivienda de vacaciones, sencilla, sin extras innecesarios, fácil de mantener, de limpiar, pero cómoda y funcional, lo mismo que le pedimos a la ropa que metemos en esa maleta para días tranquilos de verano.
Una vivienda como este pisito, en el casco antiguo, desde el que podemos ir andando a muchas partes, protegido de los temporales, pero con espacio exterior para disfrutar del buen tiempo, es la vivienda ideal ¿no os parece? sería algo así como una versión mediterránea y chill out de lo que conocemos en nuestro país como, la casa del pueblo.
En total 70 m² divididos en dos plantas, más una terraza de 60 m² el sitio donde todos quieren estar las noches de verano. La decoración es muy sencilla y básica, con lo imprescindible, de aires rústicos en madera, en algunos elementos es incluso reciclada.
Suelos paredes y techos son de color blanco, lo que aporta esa limpieza y frescura, imprescindibles en una vivienda pequeña y con poca luz natural en el interior como esta.
Sin duda la terraza es la verdadera joya, desde ella se vislumbra el mar por un rinconcito y está decorada muy modestamente, con bancos hechos de obra con maderas y palets. La hamaca, los textiles y los artículos de mimbre y paja le ponen ese toque chill out – casual, tan moderno y atractivo. A ver que os parece ¡feliz martes!
Vía: Fantastic Frank
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