El interior os recordará a muchas casitas de verano nórdicas y el exterior a un patio marroquí, la combinación de los dos estilos es perfecta para una casa de vacaciones en el Mediterráneo.
De esta casita os va a gustar todo, segurísimo, a nosotros nos ha recordado a muchas casitas de verano danesas de segunda mano renovadas, con aires rústicos y de campo, con tanta madera.
La distribución es completamente abierta, todo revestido en madera pintada de blanco de suelo a techo, con muebles de madera reciclada como esa cocina rústica tan particular y que tanta personalidad aporta a la vivienda.
En el interior es todo blanco y ayuda a reflejar la luz natural de las pocas ventanas, los tonos madera también son protagonistas y los toques de color verde aquí y allá, perfectamente coordinados en porcelana, textiles y otros accesorios.
El exterior es más grande que el interior 80 m2 – 60 m2 y nos transporta directamente a cualquier patio en Marrakech, con esos colores arena y ocres que tanto recuerdan al desierto, pero lleno de frescor con todas esas plantas y flores, la pérgola, la fuente y los textiles naturales, superacogedor, nos encanta.
Por cierto, imaginadlo con iluminación de ambiente como en el post de ayer una noche de verano, divino ese patio ¿verdad? lo cierto es que toda la casa da mucha envidia, es un lugar perfecto para estos meses calurosos. ¡Feliz jueves!
Vía: El Mueble, Fotografía: Stella Rotger, Estilismo: Gabriela Conde
2 Comments
Verónica
15/07/2021 at 09:31Preciosísima! viviría ahí todo el año, sin dudarlo;) tiene todo lo necesario y el jardín es espectacular.
delikatissen
18/07/2021 at 11:08es una casita monísima :))