Hola, soy Abel de Gonzalez y este jueves nos vamos a Suecia a visitar otro precioso espacio con solera. Pero solera de la buena, de la que te encandila por su encanto: El nuevo restaurante Emmer.
Antes de convertirse en el antiguo Emmer, este edificio fue una antigua posada construida en 1868.
Con los años, se convirtió en el restaurante Emmer que ha sido recientemente actualizado y renovado bajo unas muy curiosas y estrictas reglas impuestas por la Junta de Patrimonio Nacional de Suecia.
El proyecto ha sido ejecutado por la interiorista Lotta Agaton que, según sus propias palabras cuenta que, “fue un gran desafío crear un restaurante moderno que pueda atraer a un público más jóven sin ni siquiera insertar un solo clavo en todo el edificio, cambiar la paleta cromática o alterar de algún modo la arquitectura exterior, según las estrictas reglas impuestas por dicha institución”.
A pesar de este dato curioso y un presupuesto muy limitado, la escena final es de revista.
Conserva el encanto natural gracias a los colores y materiales naturales utilizados, pero con un toque de diseño moderno, que invita a apuntarlo sin falta, en nuestra lista de “destinos pendientes”. Que lo disfrutéis.
Diseño: Lotta Agaton
Fotografía: Erik Lefvander
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