Al rededor de 20 años ha costado la renovación de esta propiedad en Estados Unidos, sin duda la espera ha merecido la pena.
El cliente y el arquitecto son amigos y durante todos esos años hablaron, discutieron y desarrollaron el proyecto de manera que se optimizase la propiedad existente lo máximo posible.
La madera recuperada, la piedra natural y otros materiales naturales evocan una sensación de antigüedad y naturaleza, mientras que las inmensas ventanas y los techos a dos aguas recrean y enfatizan la escala de la vivienda.
Es lo más espectacular de todo, esa gran altura al techo y esos ventanales, enormes, con vistas al bosque y al río, gracias además a que la vivienda está situada en una zona elevada.
El interior como veis, nada recargado, bastante minimista, con el foco en revestimientos y acabados y por supuesto pocas piezas, pero de gran tamaño, acordes con el espacio. ¿Qué os parece esta supercasa? ¡feliz jueves!
Vía: The cool hunter
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Mónica
30/06/2022 at 14:21Un casoplón, me gusta que el mobiliario sea proporcionalmente adecuado y que no hayan buscado rellenar todos los rincones. Me alegro de no ser el cristalero que se ocupe de ella…, pero vamos, por ponerle un «pero» …