Este estilo costero de Estados Unidos nos gusta tanto por la gama cromática, como por los muebles y accesorios naturales que lo forman.
Lo primero que destaca de esta magnífica casa en Seattle, EE.UU. son las vistas y la genial distribución abierta, que aporta muchísima amplitud y luminosidad a la gran sala o zona de día.
Es una pena que no haya más fotos de los dormitorios y el exterior, porque imaginamos que estarán igualmente a la altura y seguirán el mismo estilo.
El bonito suelo de tarima de roble oscuro, con las vigas del techo y las puertas granero del mismo color y textura, crean el perfecto y cálido contraste para las paredes y techo blancos y un mobiliario en la gama de blancos cálidos y rotos.
Esto es importante, el tono de los blancos, fijaos que no son ni blancos fríos, ni brillantes, son blancos con un poquito de tono, perfectos para difuminar toda esa luz natural, sin crear reflejos o destellos incómodos, y aportando esa calma y calidez que nos evocan estas casas de la playa, que miran al oeste.
Una vivienda ideal para este primer lunes de septiembre, en el que la mayoría estaréis de vuelta al trabajo, evocando con nostalgia las imágenes junto al mar de las vacaciones, a todos vosotros ánimo y bienvenidos de nuevo :). ¡Feliz lunes!
Vía: Geneva Ness Design
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