Los colores claros, suaves y satinados difuminan la luz natural que entra por la vivienda sin reflejos creando atmosferas sosegadas y acogedoras.
Estos colores son fantásticos para paredes, mobiliario y textiles como podéis comprobar en las fotos de este bonito apartamento nórdico de 79 m². Además, como tienen una sensación calmante son ideales para habitaciones como el dormitorio, la sala de estar o el baño.
En el caso concreto de los colores suaves pastel rosa, azul o verde, si los aplicamos a una habitación aportan ese toque de delicadeza y dulzura, en el equilibrio con el resto de elementos y contrastes estará la clave para que no abrume o canse.
En este salón, por ejemplo, la carpintería blanca, el suelo de tono más claro y los muebles de madera muy clara hacen un conjunto armónico fantástico, dan ganas de estar ahí y hacer algo calmado, el ambiente es tan relajante que nos invita a hacer algo también pausado ¿no creéis?
Bonito el toque que aportan los textiles de otros colores y estampados y texturas, el rincón del sofá queda perfectamente equilibrado con todos los elementos y el color azul pastel nos pasa más desapercibido y no satura.
Observad, además, como la luz natural que entra por la ventana se difumina gracias a estos colores suaves, sin brillos, dando lugar a una atmosfera mate, que tanto nos gusta ¿que os parece? ¿os animaríais a cambiar el color en casa por estos colores suaves? ¡feliz martes!
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