Con muy poquitos elementos el comedor de esta cocina de segunda mano consigue un look atractivo y acogedor.
Dos sets de sillas de diseño desparejadas unas en blanco y otras en negro, una mesa recuperada de mercadillo de pulgas y una lámpara de diseño, esas son las únicas piezas necesarias para crear un rincón cálido en nuestra cocina donde podemos comer, tomar un café o realizar cualquier trabajo manual.
Importante, la situación junto a una ventana para una buena iluminación natural que además suaviza los contornos y en un espacio mate como este, difumina la luz.
El resto del apartamento nórdico de 53 m² sigue ese mismo estilo acogedor y con paredes pintadas en blanco roto, muebles vintage recuperados y textiles que convierten el espacio por completo, como la alfombra de tonos rosas de pelo largo que tan bien integra la zona de asientos.
Nos sigue maravillando como una decoración tan sencilla puede ser tan bonita, es un arte saberlo hacer, la verdad ¡feliz lunes!
Vía: Stadshem
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