Hola, soy Abel de González, y este jueves nos vamos a Noruega, a visitar lo que en su día fue un humilde albergue para trabajadores ferroviarios en el siglo diecinueve hasta que se convirtió en el hotel Finse 1222 ubicado en Finse, el pueblo más al norte de noruega y al que solo se puede llegar en tren y, además, bajo la sombra del glaciar Hardangerjøkulen. ¿Pinta bien esta historia verdad?
Si esta introducción te ha sabido a poco, quizá te pueda ir interesando más si te digo que este hotel ha sido restaurado por el archiconocido estudio de arquitectura Snøhetta, del que ya he hablado mucho en este espacio, y lo mejor de todo, es que no han hecho cambios importantes en su estructura, sino que se han enfocado en el interior, preservando las cualidades históricas del lugar para que los visitantes pudieran conocer esta experiencia hotelera y de naturaleza completamente única.
Tapices florales, yesos originales, fotografías de huéspedes famosos, incluidos retratos del príncipe Carlos, entre otros delicados detalles crean una atmósfera preciosamente melancólica donde superficies revestidas de un profundo azul índigo amplifican la deslumbrante luz azulada de los atardeceres en esta increíble parte del mundo. Que lo disfrutéis.
Proyecto y fotografía: Snøhetta
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