Hola, soy Abel de González y este jueves nos vamos a Tokio a descubrir otro precioso hotel que se eleva 200 metros sobre el paisaje urbano de la capital y que fue diseñado por Keiji Ashizawa en colaboración con el estudio de arquitectura nórdico Norm Architects del que ya hemos hablado en otros artículos del blog y que han creado un espacio milimétricamente diseñado para todos los sentidos, incluso el del tacto.
Se buscó una atmósfera meditativa y tranquila para que fuera una especie de antídoto refrescante frente a la frenética ciudad de Tokio, siempre presente desde cualquier parte del hotel y, para ello se crearon altas paredes con ventanales para que el espacio fuera inundado por la luz y que los materiales elegidos se apreciarán en toda su naturaleza.
Las paredes texturadas en tonos marfil claro enmarcan unos elegantes y sinuosos muebles de curvas y líneas minimalistas fabricados con maderas regionales que, junto a las tapas de piedra incorporadas en otros, crean detalles táctiles para dar con una mesurada sensación entre dureza y suavidad. A todo esto, se le suman azulejos fabricados a mano con cerámica oscura también proveniente de Japón para lograr una atmósfera sumamente envolvente y contemplativa, a 200 metros de altura. Que lo disfrutéis.
Diseño: Norm Architects
Fotografía: Jonas Bjerre-Poulsen
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