En el barrio de Frederiksberg, situado a 5 km del centro de Copenhague se encuentra una villa que combina a la perfección el encanto clásico del exterior con un interior moderno y sofisticado.
La fachada, con sus paredes amarillas y su tejado a dos aguas de tejas rojas, evoca una imagen de la campiña danesa, mientras que el interior, con sus líneas limpias y su paleta de colores neutros, refleja un estilo de vida actual y minimalista.
La casa de 212 m2 repartidos en dos plantas y sótano es luminosa y espaciosa. La planta baja cuenta con un gran salón abierto a la cocina comedor con chimenea y un aseo. La planta superior tiene tres dormitorios y un baño. Los suelos de la casa son de madera maciza (parece pino), excepto en los cuartos de baño y el sótano y las paredes están todas pintadas de blanco. La decoración es minimalista y moderna, con muebles de diseño danés y piezas de arte contemporáneo.
Hay mucho espacio para la vida familiar gracias a la distribucion tan abierta y todo el espacio exterior de terraza y jardín. Podría decirse que es una casa típica danesa de una familia moderna que ha compardo una casa antigua (esta se construyo originalmente en 1910) y la ha reformado. ¿Os gusta? ¿Viviríais aquí? ¡feliz jueves!
Vía: Home dk
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