En el corazón de Gotemburgo, Suecia, encontramos un ático de ensueño donde el encanto industrial se fusiona con la calidez del estilo nórdico. La cocina abierta es el corazón de este espacio, una oda a la luz natural y a la mezcla de materiales.
La cocina, bañada por la luz natural que entra por los amplios ventanales, se caracteriza por sus paredes de ladrillo visto, que le dan un toque industrial y urbano. El suelo de madera maciza oscura aporta un aire rústico y acogedor, mientras que los muebles de estilo nórdico, en tonos oscuros y de líneas sencillas, crean un ambiente minimalista y elegante.
En la planta de arriba de este ático dúplex de 119 m2 cuyo edificio se construyó en 1883 es donde más se aprecia la edad. Parece que hayan abierto todo un espacio aún habiendo obstáculos, como distintos niveles de techo, columnas, vigas vistas, aperturas… el dormitorio es muy particular gracias a todos estos elementos arquitectónicos juntos, no se esconden y se integran inteligentemente con muelbes y accesorios, ¿os gusta? ¡feliz miércoles!
Vía: Alvhem
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