En la costa más meridional de Inglaterra, en el condado de Cornualles, se encuentra la encantadora casa de un pintor, un refugio perfecto que combina la serenidad del entorno costero con un diseño interior de estilo nórdico – inglés.
Este hogar no solo es un lugar para vivir, sino también un espacio creativo donde su dueñx expone y vende sus obras, y las crea en el maravilloso estudio-atelier en el ático.
La vivienda destaca por su luminosidad, en parte gracias a las múltiples ventanas que dejan pasar la luz natural y en parte gracias a que el interior es casi todo blanco y esa luz se refleja y llega a todos los rincones.
La arquitectura es la otra característica que más llama la atención, con todas esas vigas de madera pintada de blanco que se entrecruzan o esa maravillosa puerta entre el salón y el pasillo rematada en un arco apuntado u ojival, tan típico de la arquitectura gótica (siglo xiii-xv).
Este detalle del arco nos parece una fantástica forma de traer algo de la cultura, la historia y el arte locales al hogar, no en vano en Inglaterra se encuentran algunas de las catedrales góticas más impresionantes del mundo.
En la decoración observamos un toque costero, el color blanco es la primera pista y también las lámparas industriales o esa chimenea con una puerta para la leña que parece una escotilla de barco. A ver si os gusta ¡feliz martes!
Vía: Pufik
1 Comment
Eva
13/11/2024 at 21:18Respira de forma armónica y delicada, imposible no apreciar un espacio tan sutilmente creado. Un sueño vivir, sentir, en él. Sincera enhorabuena, me he enamorado.