Al suroeste de Estocolmo, en Suecia, rodeada de bosques y lagos, se encuentra esta encantadora cabaña de vacaciones de 35 m².
Un refugio idílico para quienes buscan desconectar del ritmo frenético de la ciudad y conectar con la paz y la tranquilidad del entorno natural nórdico.
La decoración interior de la cabaña se caracteriza por su estilo minimalista y acogedor. Las paredes y el techo están pintados de blanco, lo que aporta luminosidad y amplitud al espacio. Los muebles, algunos recuperados, son sencillos, armonizan con el entorno natural y crean una atmósfera cálida y hogareña.
La distribución de la cabaña es funcional y está bien aprovechada, tenemos que tener en cuenta que es muy pequeñita y dentro debería solo haber lo mínimo, lo básico para hacer los días ahí más cómodos. Como no es la primera vivienda, tiene básicamente que funcionar de refugio para cuando se duerme y fuera hace mal tiempo :))).
Para mayor comodidad, la cabaña cuenta con un anexo para invitados. Este pequeño espacio independiente dispone de una cama individual y un baño completo.
Pero lo verdaderamente importante de esta propiedad es el exterior, tan encantador o más como el interior. La cabaña está rodeada de verde, árboles y flores. En la terraza, equipada con muebles de jardín, se puede disfrutar de las cálidas tardes de verano o de las noches estrelladas del invierno nórdico. ¿A que es una maravilla pensando en el tiempo caluroso que nos llega ahora? ¡feliz jueves!
Vía: Le grand propiete
1 Comment
Siete
21/06/2024 at 09:15Para tirar el móvil al agua nada más llegar.