Hoy nos adentramos en un encantador apartamento de 40 m² en Gotemburgo, que es una oda al diseño escandinavo.
La planta semiabierta de este espacio hace que cada rincón respire una sensación de amplitud y luminosidad, a pesar de sus dimensiones reducidas.
Esta distribución abierta no solo maximiza el espacio disponible, sino que también facilita la interacción entre las áreas de cocina y salón, fomentando un ambiente de convivencia y fluidez.
La cocina, equipada con electrodomésticos modernos y armarios blancos de líneas simples, se convierte en el corazón del hogar.
El uso de materiales naturales como la madera clara en los suelos, aporta una sensación de continuidad y cohesión al espacio. La iluminación, cuidadosamente seleccionada, combina lámparas colgantes de diseño con luz natural que entra a raudales por las grandes ventanas, destacando la belleza de los detalles arquitectónicos y el bonito mobiliario.
El salón está amueblado con piezas que reflejan la esencia del diseño nórdico: funcionalidad, simplicidad y estética: un cómodo sofá gris, acompañado de cojines y mantas en tonos neutros, crea un espacio acogedor para relajarse. Mesitas de centro de madera natural y metal y un sillón de lectura de diseño moderno completan la zona de estar, mientras que un cuadro minimalista en la pared añade un toque artístico sin sobrecargar la decoración.
El comedor sigue el mismo estilo decorativo escandi al igual que el dormitorio, donde la funcionalidad es prioridad, ¿qué pensáis de este tipo de decoración? esperamos que el apartamento os sirva de inspiración para vuestros próximos proyectos de decoración. ¡Feliz martes!
Vía: Alvhem
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