Este ático sueco de 110 m², con techos de más de cuatro metros de altura, es una joya arquitectónica que sorprende.
Un suelo de madera de roble que impresiona
Lo primero que llama la atención al entrar es su impresionante suelo de roble macizo teñido oscuro. Las vetas naturales de la madera y su color oscuro aportan calidez y carácter a todo el espacio. Este elemento, combinado con las vigas de madera vistas en el techo, crea una atmósfera acogedora y atemporal.
Cocina: El corazón del hogar
La cocina es el alma de este ático. Una isla central de roble macizo lacado en negro, con una encimera de granito pulido, se convierte en el protagonista absoluto. Este elemento no solo es funcional, sino que también aporta un toque de elegancia y sofisticación. La encimera de granito, además de ser resistente, refleja la luz de forma espectacular.
Paredes de ladrillo visto: Un toque industrial
Las paredes de ladrillo visto añaden un toque industrial y rústico al espacio, creando un contraste interesante con los elementos más modernos. Este material aporta textura y calidez, y es perfecto para crear un ambiente acogedor.
Tragaluces: Un toque de naturaleza
Los tragaluces inundan el espacio de luz natural, creando una atmósfera luminosa y agradable. Además, proporcionan una conexión visual con el exterior y permiten disfrutar de las estrellas por la noche.
Si miráis las fotos con detenimiento seguro que vais a encontrar muchos otros elementos que os gustarán, a nosotros esa cocina abierta nos alucina ¡feliz miércoles!
Fotos propiedad Bolaget
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