No todas las viviendas nórdicas son minimalistas, ni todo es blanco, o están decoradas con muebles de Ikea exclusivamente o de diseño moderno, la decoración clásica es visible en muchos hogares, una elegancia clásica con toques modernos, que se adaptan a hoy en día.
Y es que, ¿por qué elegir entre lo clásico y lo moderno cuando podemos tener lo mejor de ambos mundos? La clave está en saber combinar piezas con historia «vintage» con elementos contemporáneos, creando así un espacio único y personal.
Fijaos por ejemplo en las imágenes de la cocina de este piso, podemos apreciar cómo se fusionan a la perfección ambos estilos. El papel pintado de estampado sutil y tonalidad cálida aporta un aire clásico y acogedor, mientras que las lámparas colgantes metálicas de diseño esférico y los muebles de líneas sencillas introducen ese toque moderno y actual. El cuadro de gran formato, con su marco clásico y su temática atemporal, se convierte en el punto focal de la estancia, aportando elegancia y sofisticación.
La madera clara del suelo y de la mesa de comedor añaden calidez y naturalidad, creando un equilibrio perfecto con los tonos más oscuros del cuadro y de las alfombras. Los detalles en dorado de las lámparas y los candelabros aportan un toque de glamour y sofisticación, sin recargar el ambiente. Y no podemos olvidarnos de las flores frescas, que siempre aportan vida y frescura a cualquier espacio.
Este tipo de decoraciones son perfectas para aquellos que buscáis un hogar con personalidad, que refleje vuestra historia y vuestros gustos. Un espacio donde os sintáis cómodos y relajados, rodeados de belleza y armonía. Así que, no tengáis miedo de mezclar estilos y crear vuestro propio oasis personal. Esperamos que os sirva de inspiración, ¡feliz jueves!


















Fotos propiedad Per Jansson
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