Este pequeño apartamento sueco de 38 m² captura la esencia de los espacios femeninos donde la belleza y la serenidad se entrelazan para crear un refugio cálido y acogedor.
La luz natural que inunda la habitación principal realza la paleta de colores suaves y delicados, donde los tonos neutros y empolvados se combinan con armonía, transmitiendo una sensación de calma y bienestar.
Elementos que destacan:
- Texturas envolventes: La alfombra de pelo largo, suave y mullida, invita a descalzarse y disfrutar de su tacto cálido. La funda nórdica de algodón, con su caída natural y textura arrugada, promete noches de sueño reparador y confort absoluto.
- Mobiliario delicado: El sofá de esquinas redondeadas y tapicería aterciopelada, en un tono rosa pálido, irradia feminidad y elegancia. La mesa de centro, con su diseño sencillo y formas curvas, aporta un toque de ligereza y modernidad.
- Detalles que enamoran: La lámpara de araña, con sus cristales brillantes, añade un toque de glamour y sofisticación. Los jarrones de cerámica, con sus formas orgánicas y colores neutros, aportan un toque de delicadeza y artesanía. El espejo redondo, estratégicamente ubicado, amplía visualmente el espacio y refleja la luz, creando una atmósfera aún más luminosa y acogedora.
- Atmósfera de ensueño: Las cortinas blancas, ligeras y vaporosas, tamizan la luz y crean un ambiente íntimo y relajante. La ropa de cama, con su gama de colores suaves y texturas naturales, invita a sumergirse en un mundo de confort y tranquilidad.
Este apartamento transmite una sensación de paz y serenidad, que invitan a desconectar del mundo exterior y a disfrutar de la belleza de las pequeñas cosas. Es un espacio donde cada detalle expresa calidez y el confort, un refugio personal perfecto, ¿no os parece ideal para una persona? ¡feliz miércoles!





















Fotos propiedad Stadshem
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